top of page

Chiesa Nicola da Torentino

Roma es una ciudad de casualidades.

Y por eso me encanta.

Hoy me he encontrado con la fachada de una iglesia casi abandonada,

una entrada trasera que daba a un patio,

y una puerta pequeña de madera que cuando entrabas en ella retrocedías varios siglos atrás.

Armenia.

Vacía y silenciosa.

Fueron las cosas que más me han impactado.

Estamos acostumbrados a leer palabras en italiano, inglés o incluso en latín.

Pero encontrarse con letras tan extrañas te hace reflexionar.

¿Hasta donde llega la religión católica?

Roma es como una colección de lugares que representan otros mucho más lejanos.

Ahora si,

estaba sola,

a oscuras,

nada ni nadie.

Así que si queréis una iglesia bonita solo para vosotros ya sabéis,

parada Barberini.

bottom of page