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San Marco, Santa María in Late y Gallería Alberto Sordi

Definitivamente no se puede salir "de tranquis" por Roma.

Quise ir al Trastevere porque había un mercadillo de vinilos, y muy majos.

Para quien le interese, el próximo 23 de octubre en La Città de l'altar economía (Testaccio).

Y caminando caminado llegué al Coliseo.

Me encanta sentarme aquí y ver pasar la gente.

Fotos en el mismo sitio.

Fotos de grupo.

Mira que grande.

Ahí se puede beber agua.

Y como no, caminas sin rumbo y acabas encontrando cosas. Y más cosas.

Solo caminé una calle, promise.

Basilica di San Marco Evangelista al Campidoglio

Justo en la piazza Venezia.

Donde está el edificio enorme, pues justo debajo.

Entrada

Lo cierto es que nada más entrar te das cuenta que se parece a Santa María la Mayor, pero sin gente. Y al Gesú.

Barroca.

Fundada por el Papa Marco, en honor al evangelista San Marcos. Ya se sabe de estas cosas.

Y si llegas muy cerca del altar te darás cuenta que hay como una escalerilla que baja hacia abajo. La sigues y la sigues y llegas a un altar bajo tierra.

Por lo visto es la iglesia nacional de Venecia de Roma, aunque poco se visita. De ahí que se sitúe en la Piazza Venezia y se llame igual que la Basílica de Venecia.

Interior

Hay una figura que me ha encantado.

Se llama Madama Lucrezia, y en un principio fue una estatua de la diosa Isis, ahora se encuentra en un rinconcito.

Seguro que si la veis sabéis de cual os hablo, es bastante conocida.

Aunque yo la he descubierto hoy.

Y seguimos caminando por la Via del Corso.

Basilica di Santa Maria in Late

Fachada

Por dentro es preciosa. Preciosa.

Pero estaban en misa así que no quise molestar con mi cámara.

También se puede visitar la cripta, cuesta 2€.

Si vais por la Via del Corso dedicarle aunque sean cinco minutos, luego ya podéis seguir de tiendas.

Galleria di Alberto Sordi

Mi idea era coger el metro en Plaza España pero este edificio me llamó la atención.

Es como las tiendas de Piazza Spagna pero en versión pequeña, hay un montón de tiendas de marca, y hasta un Imaginarium.

Justo encima hay libros, discos, guías de viaje (como si fuera un Fnac) y si subes unas escaleritas hay para tomar café. (Muy barato la verdad para estar donde está).

Cuando llegué había una firma de libros de un autor italiano importante,

y ya podéis imaginaros.

Todo seguratas.

Todo chicas gritando para hacerse fotos.

Pero lo mejor es que descubrí una canción.

Hice unas amigas italianas, estuvimos hablando y sonó justo en ese momento.

Quizás no es la mejor canción del mundo,

pero ha sido la primera que he descubierto en italiano (y que no fuera talco).

Por último tocó sentarse en las escaleras de Piazza Spagna.

Ya que las han abierto.

Mucha gente,

muy vigiladas,

pero me sentía una turista feliz.

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